Personas felices, organizaciones más productivas… y sostenibles*
Varios estudios recientes, como el “Global Workplace Happiness Survey” muestran una correlación directa entre la felicidad en el trabajo y la productividad. Los resultados ponen de relieve que los empleados felices son, en efecto, más productivos. Pero eso no es todo: también se implican más, son más resistentes, más creativos, más positivos y faltan menos al trabajo. Razón suficiente para que el tema de la felicidad organizativa atraiga cada vez más adeptos en busca de una cultura más sólida, prácticas más sostenibles y beneficios más atractivos para las nuevas generaciones de talentos.
Crear una cultura en la que sea posible ser feliz individual y colectivamente aporta beneficios tangibles e intangibles tanto a los empleados como a la organización. Veamos:
- Centrarse en los resultados: Cuando un empleado se siente feliz, está naturalmente más conectado con el propósito de la empresa y con los miembros de su equipo, y está más motivado para superar las dificultades y conseguir resultados. Las tareas diarias no se ven como una «carga», sino como un peldaño para alcanzar un determinado objetivo.
- Retención del talento: En un momento en que la retención del talento es un reto constante, ofrecer un entorno positivo e integrador marca la diferencia. Las empresas que promueven el bienestar de sus empleados reducen la rotación y los esfuerzos de (sobre)contratación, lo que permite a los equipos de RRHH centrarse en las actividades de retención y desarrollo.
- Innovación y creatividad: Un entorno seguro, en el que los errores se consideran parte del proceso, registra una aceleración del 15% en la generación de ideas innovadoras. La posibilidad de cometer errores desata la creatividad y conduce a la creación de soluciones que transforman positivamente las organizaciones, como se afirma en el libro “The Fearless Organization”, de Amy C. Edmondson.
- Salud mental: Invertir en el bienestar y la felicidad de los empleados ayuda a combatir una de las principales crisis en el lugar de trabajo actual: el agotamiento. Los empleados más sanos (por dentro y por fuera) suelen ser más dinámicos y comprometidos, y además crean un entorno de trabajo más positivo y resistente que beneficia a toda la organización.
Felicidad, motor de la sostenibilidad
Un empleado que se siente valorado y feliz no solo aumenta su rendimiento y el de su organización, sino que también contribuye a objetivos mayores, compartidos con todos nosotros. La felicidad organizativa trasciende los resultados inmediatos y apoya misiones globales como las reflejadas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas.
La felicidad en el trabajo está vinculada a los ODS dedicados a las Personas, el Planeta y la Prosperidad. Cuando hablamos de Personas, nos referimos a invertir en la salud física y mental de los empleados, algo que tiene lugar en un entorno seguro, saludable y acogedor donde cada individuo puede desarrollar su potencial. Estas prácticas son esenciales para la salud y el bienestar (ODS 3), el trabajo decente y el crecimiento económico (ODS 8), así como para reducir las desigualdades (ODS 10).Relativamente ao Planeta, a felicidade organizacional incentiva práticas de sustentabilidade e promove o consumo responsável e a ação climática (ODS 12 e 13), através de iniciativas como práticas ecológicas no escritório ou o equilíbrio entre as esferas pessoal e profissional.
En el pilar de la Prosperidad (ODS 4 y 9), las empresas que invierten en una educación de calidad (ODS 4) y en el desarrollo continuo de sus profesionales refuerzan la calidad de la mano de obra. Pero, además, los empleados felices son más innovadores y comprometidos con el desarrollo de la organización y, por tanto, contribuyen más a la innovación y al crecimiento económico (ODS 9).
La felicidad en el lugar de trabajo es, por tanto, mucho más que una cuestión de satisfacción personal. Crear un entorno en el que el «yo» prospere y contribuya al «nosotros» colectivo y global allana el camino hacia un futuro más próspero y sostenible para todos.
*Este artículo se publicó originalmente en HR Portugal.