Mujeres en la tecnología: la transformación que vivimos y construimos*
La tecnología está presente en todos los aspectos de nuestras vidas. El problema es que las mujeres, que constituyen la mitad de la población mundial, siguen estando infrarrepresentadas en este sector. Por supuesto, se han producido avances significativos, pero el camino hacia la igualdad de género en la tecnología sigue presentando grandes desafíos. Aprovecho este artículo para explorar la importancia de la presencia femenina en la tecnología, las barreras a las que se enfrentan y las oportunidades que surgen con una mayor diversidad de género.
Mi experiencia en el ámbito tecnológico
Desde que entré en el sector tecnológico, me he enamorado de su capacidad transformadora. Me fascina la creación de soluciones, el poder de la innovación y el reto constante de resolver problemas complejos. Sin embargo, pronto me topé con la realidad de un sector que sigue siendo mayoritariamente masculino, en el que a menudo somos las únicas mujeres en la sala.
El papel histórico de la mujer en el sector
Me siento parte de una larga historia de mujeres que, como yo, desafiaron las normas y destacaron en la tecnología. Ada Lovelace, Grace Hopper y muchas otras pioneras allanaron el camino a un mundo que las subestimaba. Hoy seguimos sus pasos, sabiendo que nuestro trabajo inspirará a las generaciones futuras. Sin embargo, a pesar de los avances, las mujeres siguen siendo minoría, tanto en puestos técnicos como de liderazgo.
Desigualdades persistentes, no insalvables
Las cifras no mienten: menos del 30% de los trabajadores del sector tecnológico son mujeres, y aún son menos las que ocupan puestos de responsabilidad, como indica el último informe del National Center for Women & Information Technology. Los retos son diversos. El sesgo de género, por ejemplo, significa que muchas mujeres sufren discriminación en el lugar de trabajo, desde diferencias salariales hasta oportunidades de promoción. También encontramos una falta de «modelos de conducta», de figuras femeninas destacadas en el sector, que disuade a las jóvenes de seguir carreras tecnológicas. Otra barrera es el síndrome del impostor: las mujeres suelen subestimar sus capacidades debido a la presión cultural y a los estereotipos de género arraigados en la sociedad.
La diversidad es fuente de innovación
La diversidad de género no es sólo una cuestión de justicia social, sino también un motor de innovación. He trabajado en equipos diversos y he visto cómo perspectivas diferentes producen soluciones más creativas y eficaces. Cuando mujeres y hombres colaboran, aportan experiencias e ideas complementarias que hacen avanzar los proyectos. Las empresas que invierten en diversidad no sólo fomentan la igualdad, sino que también obtienen mejores resultados financieros y mayores índices de innovación.
¿Cómo podemos seguir avanzando?
En todo el mundo se están desarrollando diversas iniciativas para garantizar una representación femenina más relevante. Programas de mentoría, eventos como Women in Tech y premios como los Portuguese Women in Tech (PWIT) Awards han sido esenciales para promover la igualdad de género en la tecnología. En este contexto, siento que ser una de las nominadas a los Premios PWIT 2024 es un reconocimiento a mi trabajo y una responsabilidad añadida para seguir inspirando a otras mujeres. Necesitamos promover una mayor educación tecnológica, crear entornos de trabajo más inclusivos y garantizar que las mujeres tengan voz en las decisiones estratégicas.
Existen varias estrategias posibles para avanzar. Entre otras, la educación desde una edad temprana (animar a las niñas a explorar la tecnología con curiosidad y pasión), entornos de trabajo más acogedores (empresas que ofrezcan igualdad de oportunidades y apoyo a la conciliación de la vida laboral y familiar) e iniciativas de tutoría y creación de redes (redes de apoyo que ayuden a las mujeres a crecer y sentirse parte del sector).
Como mujer apasionada por la tecnología, sé que el camino hacia la igualdad de género es aún largo, pero no imposible. Cada logro femenino en este sector es una victoria colectiva, un paso hacia un futuro en el que la diversidad será la norma. Ser mujer en la tecnología no es sólo formar parte de una revolución; es ayudar a darle forma.
Creo en un futuro tecnológico más inclusivo, innovador y útil. ¡Las mujeres estaremos a la vanguardia de esta transformación!
*Este artículo se publicó originalmente en Observador.